16. Tratamiento de Reiki

 

 

Reiki equilibra cuerpo y mente y trabaja en todos los niveles: físico, mental, emocional y espiritual.

 

El Reiki promueve la autocuración, fortalece el cuerpo y la mente, disuelve bloqueos, purifica de toxinas, equilibra los centros de poder (chakras) y los canales de energía (meridianos), restaura la armonía y fluye en cantidad ilimitada. A través del Reiki uno experimenta crecimiento espiritual, transformación y bendición espiritual. Por lo tanto, el Reiki es un regalo inconmensurable para nosotros.

 

El efecto del Reiki es diferente para cada persona. Si el Reiki se usa como ayuda para la autocuración, la energía busca una manera de sanar a la persona holísticamente. Puede ocurrir que los síntomas visibles de la enfermedad no parezcan cambiar. La "curación" de los síntomas a veces sólo puede comenzar mucho después del inicio del "tratamiento". A menudo el cuadro clínico también empeora, pero luego desaparece muy pronto y la enfermedad se cura o se contiene hasta el punto de que ya no tiene consecuencias.

 

El Reiki estimula los poderes de autocuración y conecta el cuerpo, la mente y el alma. A través del Reiki nuestro más íntimo es recordado de esta originalidad - de algo que siempre ha estado ahí. El libre albedrío del receptor de Reiki nunca es influenciado por la energía de Reiki. La energía del Reiki fluye donde es más necesaria y apropiada para el receptor.

 

El Reiki relaja y aumenta el bienestar interior, es ideal para reducir el estrés, recuperar fuerzas, relajarse y volver a encontrar la paz interior. Reiki es también un contacto con la propia intuición, la voz interior, un camino espiritual hacia uno mismo.

 

El objetivo de Reiki es crear armonía en todos los niveles del ser, es decir, en el cuerpo, en la conciencia, en el campo del aura y en el reino espiritual. El resultado es la integridad, la curación, la salud y la libertad de los bloqueos.