11. Fisioterápia

 

 

Por lo general, la fisioterapia tiene más carácter acompañante a la enfermedad que carácter preventivo. La fisioterapia tiene numerosas aplicaciones, especialmente en la rehabilitación.

 

La fisioterapia clásica se centra en los trastornos posturales y musculoesqueléticos. Para tratarlos, los fisioterapeutas disponen de una amplia gama de métodos, que se enseñan en escuelas especiales con una formación de varios meses o años. Pero la fisioterapia puede hacer aún más. Por ejemplo, hay ejercicios para promover la función cardiopulmonar, y la fisioterapia también tiene mucho que ofrecer durante el embarazo.

 

La fisioterapia es responsable de compensar las deficiencias físicas que son responsables del dolor o la enfermedad. Una musculatura de la espalda demasiado débil, por ejemplo, no es lo suficientemente capaz de sostener la columna vertebral. La fisioterapia puede ayudar aquí.

 

La fisioterapia también se emplea para mejorar las posturas incorrectas, como sentarse ante un ordenador durante un período de tiempo más largo. La fisioterapia también puede corregir patrones de movimiento incorrectos, tales como levantar cargas.

 

La multitud de terapias que ofrece la fisioterapia sirve, entre otras cosas, para estirar y fortalecer los músculos y la movilidad de las articulaciones en particular y, por lo tanto, también de todo el sistema musculoesquelético. Además, la fisioterapia también puede aportar mejoras positivas en todo el sistema cardiovascular.